Felicidad de Merchandising
- Mariel Oddino
- 10 nov 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 ene
La felicidad NO SOLO es estar contentos cuando las cosas van bien
La comunicación y la construcción de bienestar fueron temas que me movilizaron desde pequeña. Por lo que siempre mis búsquedas, lecturas, formaciones estuvieron enfocadas a todo lo relacionado con esos temas.
Una constante es escuchar a padres, docentes, adultos referentes ofrecer como legado la frase “sean felices” “busquen su felicidad” .
Sabemos que la acción más pequeña es tantísimo mejor que la intención más grande. Y siento que además de historias, estamos hechos de buenas intenciones. Y eso no basta.
Intencionar es el primer paso, luego hay que continuar.
Es interesante ver como desde una mirada más consumista y mercantilista se instala a la felicidad como para ser tomada de la misma manera que una sopa instantánea. Un…dos..tres: listo!
Obsequiamos y nos obsequiamos vasitos, stickers, remeras, con frases que imponen como rígida exigencia ser positivo, dejar fluir, ser feliz, o soltar.
No es tan simple. Sí es posible.
Construir bienestar y felicidad a sabiendas que tenemos momentos duros, difíciles, complejos y desde ahí poder empezar a trabajar ese estar mejor.
Una cosa no invalida a la otra. Ambas conviven. Y se logra esa convivencia.
Las partidas anunciadas y las repentinas. Las frustraciones y los desamores. Las heridas por desatención o por discriminación. Los diagnósticos que duelen.
Los pesares de la vida cotidiana: un trabajo del que me quejo pero no dejo.
El resentimiento que crece y la resignación que no nos deja crecer.
También estamos hechos/as de todo eso. Hasta que no lo integremos y no lo reconozcamos será más dificultosa la construcción del estar bien.
Desde esos lugares oscuros, desde haber caminado en terrenos espinosos y a pies descalzos es donde se empieza a desandar otros modos.
Es paso a paso.
Es animarme a pedir ayuda.
Es perdonarse y abrazarse.
Es dejar la victimización porque lastima y es mezquina.
Cuando nos permitimos decir : esto soy ,con retazos, con remiendos, esto también es experiencia de vida. Pongámosle valor a lo vivido.
Usemos lo que vivimos como trampolín y no como sofá.
De lo bueno se disfruta de lo otro…se aprende. Y se aprende si queremos. Y se aprende con dolor, con dolores viscerales muchas veces.
Seamos felices por elección y convicción. No por imposición. Busquemos paz a tener razón.
Estemos más tiempo con quien realmente queremos estar.
Empecemos a preguntarnos sin miedo: “esto que hago me hace feliz”? “esto que elijo es elección propia o es de otros”?. Cada vez que silenciamos nuestra intuición, nuestra voz interna, nuestra “corazonada”…nuestra autovalía se resiente.
La vida es desprolija: hay tachones, hay borrones y comienzos nuevos .
Bendita desprolijidad que nos hace ver que nada es lineal, que hay desbarranques, que hay curvas peligrosas y también rectas apacibles.
Y en esa mixtura vital del dolor que duele, de lo nuevo que se está pariendo, de lo viejo que dejamos ir , de lo que vino para quedarse pero en algún momento también partirá o se alojará en lugares no tan visibles a nuestros ojos humanos.
Y en esa mixtura vital, respiremos…miremos el cielo y recordemos que cada estrella nos dice que nosotros “somos los fugaces”
Entonces ¿Cómo querés vivir tu vida hoy?
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