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Tus palabras tienen más poder de lo que crees

¿Sabías que tu manera de comunicar es una herramienta valiosísima y poderosa al momento de modificar pensamientos y acciones?


¿Has pensado alguna vez en el intenso poder que tienen las palabras? Tu lenguaje crea realidades. ¿Qué estás creando para vos y para tu entorno?


Suelo escuchar atentamente cuando la gente se expresa en su cotidianidad y siento una energía particular dependiendo de si esas expresiones son positivas, alentadoras, esperanzadoras o, por el contrario, si son pesimistas, derrotistas o catastróficas.

Las palabras que usamos califican lo que nos rodea. Viajan por nuestro sistema de neuronas y crean programas.

Si repetimos determinadas palabras o frases con frecuencia, iremos creando inconscientemente o no un programa, y este generará emociones que luego manejarán nuestra forma de actuar. Decir… Sentir… Actuar

¡Cambia tus palabras… cambiarás tus acciones!

ESCUCHARSE


¿Puedes escucharte a ti mismo diciendo “Estoy podrido de esto”, “Odio que me hagas eso”, “Me mato si ocurre esto o aquello”, “Que horrible es eso”, “qué insoportable es aquella persona”?


Si puedes lograr este primer paso, ESCUCHARTE, ¡es fantástico! Estás listo para caminar el DARSE CUENTA.


DARSE CUENTA


Luego observa qué siente tu cuerpo al enunciar frases como estas y muchas otras de igual calibre. Es un ejercicio tan simple como complejo. Es un camino de aprendizaje.


Ya que muchas personas hablan, enuncian, emiten juicios sin estar presentes en el aquí y ahora. El estar en el presente, el estar atentos nos hará obtener información valiosa de lo que estamos diciendo.


Tus palabras modifican constantemente la bioquímica de tu cuerpo.


Algunas personas dejan entonces caer un “lo dije porque sí”, “bueno, es un decir”, “lo dije sin pensar”, “yo siempre hablo así”.

Quiero contarte que no hay nada inocente ni neutral en nuestro hablar. Todo deja marca. Y qué mejor que dejar huellas saludables y no marcas que lastimen.

Te cuento que “tus palabras” modifican constantemente la bioquímica de tu cuerpo sanando o enfermando. Es por eso que, cambiando tus palabras, cambiarás tu mundo.


No me creas… probalo. Intenta pensar palabras que enuncien lo que sientas pero de un modo menos lacerante.



“Estoy podrido de esta situación” puede pensarse como “Estoy cansado de esta situación, busco una manera de modificarla”.


“Odio que me hagas esto” puede pensarse como “quiero decirte que siento tristeza/angustia/malestar cuando haces eso y quiero que charlemos para no tener esos sentimientos”.

Simplemente puedo modificar “Qué horrible es ese lugar o esa vestimenta o esa música” y decir “A mí no me gusta ese lugar, ese vestido o esa música”.


Aquí salgo doblemente favorecido; por un lado, me hago CARGO de mi juicio (soy yo el que lo emite) y, por otro, permito que el otro pueda disfrutar y gustar de ese lugar o de esa música.


Te invito a escucharte y a reflexionar acerca de los mensajes que te estás enviando a ti mismo y a tu entorno.


Te invito a comenzar a jugar con las palabras eligiendo expresarte con aquellas que te hagan sentir bien.


Te invito a escuchar a otros en sus conversaciones tratando de mantenerte en silencio… estando en el aquí y en el ahora.


¿Alguna vez te habías puesto a pensar qué elección haces de tus palabras? ¿Conocías acerca del efecto que causan en tu bioquímica y en tus sentimientos?


¿Consideras que modificar tu comunicación puede mejorar tu desempeño en el ámbito familiar, social o laboral?


Si lo deseas, puedes enviarme comentarios sobre lo que piensas de este tema.




ree


 
 
 

1 Comment


monicaoddino2020
Jun 09, 2020

Hermoso tema!!!.....gracias!!!!

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